martes, 6 de agosto de 2013

PRECAUCIONES AL SUSTITUIR UN TURBO

Este articulo es de vital importancia pues, los que estamos en el gremio, con la inercia del trabajo no nos dentemos a verificar ciertos puntos, lo cual da lugar a las consiguientes averías y problemas que sólo nos van a suponer más perdidas de tiempo y de dinero.



Lo primero que debemos hacer antes de desmontar un turbo es localizar el motivo por el cual ese turbo se ha roto, para poder solucionarlo antes de la sustitución y así evitar que se reproduzca la avería. En algunos casos esta avería surge simplemente por desgaste de la pieza, pero en otras ocasiones viene ligada a defectos en la lubricación, tales como:
  • Fallos en la tubería de engrase o retorno
  • Fallos en la bomba de lubricación (comprobaremos la presión de aceite),
  • Aceites que no cumplen las especificaciones del fabricante (os remito a la entrada en que comentamos los distintos tipos de lubricantes)
  • Nivel insuficiente de aceite o inexistencia del mismo
  • Fallos en el circuito de aspiración,
  • Desprendimiento de partículas que dañan las aspas de las hélices del turbo o los alabes
  • Desprendimientos en el colector de escape, con las mismas consecuencias
De modo que investigaremos la causa de la rotura del turbo como si fuésemos detectives en la escena de un crimen antes de que se lleven el cadáver; cuando sepamos los motivos, entonces procederemos al desmontaje del mismo para su reparación o sustitución y a subsanar los fallos que hayan llevado a la rotura del mismo.


Una vez sustituido el turbo, desde Turbos Málaga os damos las siguientes recomendaciones:

-Sustituir filtro de aceite y el aceite asegurándonos de que el lubricante que usamos cumple las especificaciones que pide el fabricante; esto es de vital importancia por ser el origen de muchas de las averías.

-Utilizar juntas nuevas, cambiándolas sin utilizar sellantes, que podrían obstruir el circuito de engrase.

-Examinar los tubos, para cerciorarnos de que no hay partículas sólidas en su interior, limpiaremos los restos de aceite que la rotura haya podido dejar en todos los conductos y en el intercooler; no hacer esta operación puede ser la causa de graves problemas al arrancar.

-Habiéndonos cerciorado de que la presión de aceite es correcta, cebaremos el circuito de engrase del turbo antes de instalar la tubería de presión de aceite, cargaremos el circuito con aceite para así evitar que los primeros giros del turbo sucedan en seco.

-En algunos modelos, el fabricante recomienda la sustitución de la tubería principal de engrase como precaución.

-Controlar el estado del filtro de aire, y si fuese necesario, sustituirlo.

-Arrancar el vehículo y dejarlo a ralentí unos minutos que emplearemos en comprobar que no hay fugas de aceite ni refrigerante; cuando el motor haya alcanzado temperatura verificaremos la presión de aceite; si todo es correcto, haremos un prueba en carretera para comprobar el correcto funcionamiento del vehículo.

-Al detener el motor no lo haremos instantáneamente, sino lo dejaremos el vehículo unos 20 o 30 segundos a ralentí, para que la turbina baje de revoluciones y así gire el menor tiempo posible con el motor parado. Por supuesto no es recomendable dar el típico acelerón a que algunos acostumbran antes de detener el motor. Esto provoca que el gane revoluciones y luego tarde un tiempo en detenerse, durante el cual estará girando sin la correcta lubricación.

-Vigilar el estado del catalizador y del FAP (filtro anti-partículas); posiblemente no hayan quedado en buen estado después de una rotura de turbo.

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